Lo que diferencia los tipos de criptomonedas es la tecnología que utilizan por un lado y su filosofía por otro. Para entenderlo mejor, la mayoría de monedas virtuales utilizan la tecnología blockchain, pero con ciertos cambios que las pueden hacer más rápidas en procesar transacciones, por ejemplo.
Además, también hay divisas que usan fórmulas totalmente distintas. A esto se añade la parte filosófica como poner un número finito a las monedas que habrá en circulación (bitcoin) o no hacerlo, así como el grado de trasparencia en las transacciones y el respeto por la privacidad.
Más allá de las criptomonedas líderes, existen otras alternativas para adelantarse al mercado y entrar cuando todavía están «baratas»:
Tras su última actualización, lanzada en marzo, ofrece más de mil operaciones por segundo y la posibilidad de conectarse a otras blockchain. Para algunos inversores, supone una ventaja sobre otras criptomonedas que tienen a estar más centradas en su propia tecnología nativa.
Polkadot se distingue del resto al componerse por diversas blockchains llamadas parachains, las cuales permiten intercambiar datos entre sí y distribuir las transacciones entre diferentes blockchains para ejecutarlas paralelamente.
Es una de las más conocidas monedas orgánicas de una organización, en este caso de Binance. Entre sus características más relevantes, destacan sus comisiones considerablemente bajas si se comparan con otras empresas. Así como, el quemado trimestral de sus tokens con el fin de reducir la oferta inicial, a través de contratos inteligentes.
UNI es una criptodivisa nativa de otro importante cripto exchanges descentralizado, Uniswap. Se trata en específico de un token de Ethereum, creado con el fin de brindar sustentabilidad a la plataforma de intercambio, e incrementar las posibilidades de gestión para sus usuarios.