La forma de buscar empleo ha cambiado para muchos de nosotros. Internet se ha convertido en la principal herramientas que utilizamos para encontrar las ofertas de trabajo que mejor se ajustan a nuestros perfiles profesionales.
Pero en esta búsqueda, debemos ser precavidos ya que circulan una gran variedad de ofertas de empleo fraudulentas que serán utilizadas por los ciberdelincuentes para engañarnos con distintos fines.
Es un recurso muy valorado por los ciberdelincuentes ya que a partir de ella podrían continuar con cualquier otro tipo de fraude. Además, los datos personales también pueden ser vendidos directamente a organizaciones sin escrúpulos que los usarán para otro tipo de acciones fraudulentas.
Será el objetivo de la mayoría de ofertas de trabajo fraudulentas, ya sea por ingresos directos como el envío de dinero por plataformas como Western Union o indirectos como las llamadas a números de tarificación especial. El propietario no vive en el inmueble.
Si la empresa anunciante ha terminado el proceso de selección y nos indican que nos debemos poner en contacto por medio de un número de teléfono de tarificación especial (que comienzan por 803, 806, 807, 905, 907, 70X.), sin duda, se tratará de una oferta fraudulenta.
Si una oferta no está bien redactada, la descripción de la misma es vaga o tiene bastantes faltas de ortografía lo más probable es que sea fraudulenta. Un empresario siempre redactará una oferta detallada y descriptiva y muy clara, evitando errores ortográficos de tal manera que únicamente se suscriban aquellos cuyo perfil se ajuste lo máximo posible.
Si una empresa nos solicita dinero bajo cualquier excusa, estaremos casi con total seguridad ante un fraude. Generalmente se hace alegando gastos de gestión o en concepto de material de estudio que posteriormente serían devueltos, lo cual no es cierto. Una empresa de verdad nunca solicitará dinero para trabajar con ellos.
También un fraude muy común en las ofertas de empleo. Después de haber completado el proceso de selección, la “empresa” nos solicita que adquiramos los materiales necesarios para el trabajo con el que poder llevarlo a cabo. El dinero solicitado no suele estar en consonancia con el valor real de los materiales que facilitan.
También es muy común que las ofertas de empleo sean de salarios muy cuantitativos, incluso trabajando desde casa. Si recibes un correo con al combinación alto salario + trabaja desde casa + enlace a un sitio web, desconfía, seguramente sea un phishing.
La oferta suele ser muy tentadora económicamente y, por lo general, sin necesidad de experiencia previa. Ante ofertas de este tipo siempre es conveniente hacer una búsqueda por Internet para verificar tanto la existencia de la empresa como de la oferta, y así poder contactar directamente por medio un teléfono o email de su página web oficial.
Cuando accedemos a una oferta de trabajo siempre es recomendable informarse sobre la empresa dónde vamos a trabajar y para ello la mejor herramienta es Internet. Si después de haber “googleado” no vemos ningún indicio de la existencia de la empresa, y no hay referencias o estas son muy limitadas, lo más probable es que sea un fraude.
Si después de haber finalizado el proceso de selección, la “empresa” se pone en contacto por medio del correo electrónico de un servicio gratuito, podría ser un indicio de que la oferta es fraudulenta. Esta característica dependerá mucho del sector donde hayamos presentado nuestra candidatura ya que no es lo mismo un restaurante, que puede usar servicios gratuitos, que una empresa de servicios informáticos que casi con total probabilidad contará con un servicio de correo con su nombre.