El Primero de Mayo, como también se lo denomina, es considerado como un día para exigir reivindicaciones laborales o realizar mejoras a las condiciones de los trabajadores.
Fue declarado como fecha conmemorativa en el Congreso Obrero de la Segunda Internacional Socialista, celebrado en París en 1889, en reconocimiento a los mártires de Chicago.
En la actualidad, este día es conmemorado en prácticamente todo el mundo, aunque, paradójicamente, en Estados Unidos, donde se originó, su festejo equivalente, el Labor Day, es celebrado el primer lunes de septiembre.
Hoy en día, los festejos por el Primero de Mayo son considerados como el origen del movimiento obrero moderno.
Los mártires de Chicago son el origen de la conmemoración del 1 de mayo. Fueron unos obreros líderes sindicalistas de tendencia anarquista que movilizaron a los trabajadores para exigir la reducción de la jornada laboral a ocho horas.
En Estados Unidos, en aquellos años, las jornadas de trabajo se podían extender a 18 horas continuas, siendo que la empresa o patrón eran multados apenas cuando se pasaban de ese límite sin causa justificada.
Los trabajadores, sin embargo, consideraban que esto era injusto, y pedían la reducción a una jornada de ocho horas, en la que el empleado pudiera utilizar el resto de su tiempo en descanso (ocho horas) y en familia, quehaceres y ocio (ocho horas).
Así, pues, en el año 1886, los trabajadores amenazaron con iniciar una huelga si los patronos no accedían a la petición. La huelga inició el día 1 de mayo.
En Chicago, una de las ciudades con mayor masa laboral del país y donde las condiciones de trabajo eran precarias, la huelga se prolongó durante varios días, hubo enfrentamientos entre policía y manifestantes, varios muertos y decenas de heridos.
En la plaza Haymarket de Chicago, el día 4 de mayo, la tensión alcanzó un punto álgido. Un artefacto explosivo estalló, hubo decenas de detenciones y heridos. Entre los detenidos, ocho fueron hallados culpables, y de ellos, cinco fueron a prisión y tres fueron condenados a pena de muerte.
A ellos se los bautizó como los mártires de Chicago, por su sacrificio en la lucha por las reivindicaciones laborales del movimiento obrero. A ellos está dedicado el día primero de mayo.
Finalmente, se logró que los sectores patronales accedieran a implementar la jornada laboral de ocho horas, que perdura hasta hoy en buena parte del mundo occidental.