Publicado el: 15-10-2019 10:44:43

Ocurrió un 15 del mes de octubre de 1987. La Universidad Hebrea de Jerusalén alertaba de lo que pasaría a llamarse el virus Jerusalem (o Jerusalén) o al que se le definió más tarde como el virus viernes 13.

Ese día y en ese momento se comunicó que tras la detección se había conseguido “aislar”, aunque la realidad y la falta de experiencia anterior produjo una expansión masiva.

Se trataba de la primera vez que el mundo tenía constancia a nivel masivo y popular de que un ordenador podía llegar a infectarse.

Jerusalem se auto instalaba en la memoria RAM de los equipos, lo hacía tomando el control de las interrupciones en una franja determinada: entre las 08:00 y las 21:00 horas. Es en ese momento donde el virus infectaba los archivos .exe y .com. De esta forma, si un usuario abría un archivo, el virus se instalaba en el mismo, además lo haría aumentando el peso del archivo en 2 KB.

Si cada vez que se abría un archivo este crecía 2 KB, había un momento en el que el SO MS-DOS quedaba saturado, incapaz de controlarlo. La razón es clara, a finales de los 80 y principios de los 90 una memoria RAM de usuario no pasaba de los 640 KB, además los discos duros rondaban entre los 20 y los 30 MB.

En 1987, la Universidad Hebrea de Jerusalén lo llegaría a aislar. Dijeron que lo habían descubierto por un fallo en su propia estructura cuando el virus no podía detectar los archivos exe donde ya se había instalado, lo que producía que lo volviera a intentar una y otra vez en bucle, volviendo a infectar el mismo archivo en cuestión.

Con Jerusalem (viernes 13 en el tiempo), se impulsó toda una nueva industria para ofrecer respuesta a un nuevo tipo de ataque tecnológico, las empresas de antivirus florecieron tras su aparición. También fue el precursor de un gran número de variantes, hoy algo habitual, pero en ese momento toda una revelación. Con el virus se crearon “versiones” que tomaban el avance de las nuevas tecnologías y los nuevos ordenadores para adaptarse a los mismos y ser aún más dañinos.

Reino Unido y España fueron dos de los sitios más afectados. En España en particular, ya que se daba la circunstancia de que los disquetes eran la fórmula por defecto para intercambiar información. Esto produjo que en 1989 la revista Amstrad User, una de las pioneras en el país sobre informática, difundiera el virus (sin saberlo) a través de un disquete de utilidades shareware. Lo que acabaría llevando al cierre de la editorial junto a la infección de cientos de usuarios en España.

El mismo viernes 13 fue una de esas versiones mejoradas que cada día 13 del mes eliminaba todos los archivos infectados, lo que producía el terror para muchos usuarios esperando a que el siguiente mes su equipo no hubiera sido afectado. Además, aumentó el ataque a las extensiones. OVL, .SYS, .BIN y .PIF. Viernes 13 fue también de alguna manera el primer virus “famoso”, con él entraron en juego los medios de comunicación, ávidos de noticias en el sector y fascinados por la naturaleza y poder de un virus. En cuanto al nombre y su autor, no está muy claro, aunque se cree que el virus Jerusalem original fue creado por un desarrollador israelí para celebrar el 40 aniversario de la creación del estado de Israel.

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