En la empresa Smart Hc, experta en seguridad, han estado 36 horas trabajando para recuperar datos secuestrados a empresas afectadas por el nuevo malware.
Por eso saben cómo es el ADN del gusano, ransomware de tipo RYUK, diferente a todos porque tiene inteligencia artificial. Ha estado latente un mes aprendiendo qué información vital debía cifrar para conseguir que las empresas sucumbieran al chantaje. Encontró una puerta a través de un correo spam y el ataque final se produjo durante el fin de semana del puente. Lleva incorporado un rescate, 600 euros de media, en forma de criptomoneda, pero pagar no garantiza que te den el antídoto. Los consejos son claros: no pagar y antes de quedar infectado actualizar, parchear, usar cortafuegos y copias de seguridad aisladas. Aunque se han bloqueado o perdido datos esenciales de empresas sin copia de seguridad, este ransomware no ha afectado a infraestructuras críticas.
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