La metodología Lean consiste en la adopción de unos principios y herramientas de planificación y gestión que persiguen la mejora constante de la productividad de las organizaciones, mediante la aplicación de técnicas que permiten ajustar los procesos y el ritmo de trabajo a la demanda real de los clientes.
«Se trata de producir lo justo en el momento justo».
La aplicación de los principios produce aumentos significativos de la productividad, capacidad y fiabilidad de los procesos, así como ahorros por reducción de los niveles de inventarios, de la necesidad de espacio, de los plazos de entrega o de la necesidad de financiación (se disminuye el plazo entre el pedido y el cobro ya que se reduce sensiblemente el tiempo de fabricación o de prestación del servicio).
La implementación de las metodologías denominadas “Lean Manufacturing” y en sentido más amplio “Lean Management” requiere el despliegue de las mismas en todos los niveles de la estructura organizativa e implicación en esta cultura de mejora de todo el personal de la organización.
En la actualidad la manera más efectiva de llevar a cabo la mejora de los procesos relacionados con productos o servicios es mediante la el desarrollo de proyectos de mejora continua (kaizen), gestionados por equipos de alto rendimiento. Todos sus integrantes son piezas fundamentales que deben tener los Conocimientos y habilidades para lograr los objetivos establecidos para así obtener el mayor valor para la empresa.