Érase una vez, un 30 de septiembre de 1960, cuando los famosos personajes de ‘Los Picapiedras’ salieron al aire, por primera vez, en la cadena estadounidense ABC para convertirse en una de las series animadas más éxitosas de la historia de la televisión.
La produccción Hanna Barrera, creo a Fred Flintstone y Barney Rubble, o sea, Pedro Picapiedra y Pablo Mármol. Dos tipos que reflejaban la clase media de la sociedad estadounidense que tenían sus respectivas esposas, Berry y Vilma, amigas íntimas que compartían sus preocupaciones y secretos.
Todos viven en un pueblo llamado «Piedradura», una versión ficticia de la Edad de Piedra, con una sociedad idéntica a la americana a mitad del siglo XX. Es un mundo fantástico donde existen los dinosaurios y las personas tienen que impulsar su auto con sus pies.
Aunque es un dibujo animado, ‘Los Picapiedras’ tocan muchos propios de un público adulto: los conflictos laborales, la maternidad, las relaciones entre suegros y yernos, el consumismo y demás.