Actualmente, los niños tienen interacción con la tecnología más pronto y frecuente que las generaciones anteriores. Estas nuevas generaciones nunca conocerán un mundo sin los poderes de conexión del Internet, de los teléfonos móviles y de la comunicación constante con el resto del mundo.
Las ventajas de un acceso más fácil a la información se extienden más allá del aula en la recolección de conocimientos generales. Cuando los niños pueden descubrir cómo responder a sus propias preguntas, puede alentarlos a investigar más y generar un pensamiento independiente. Este proceso puede generar autonomía,
confianza académica y ayudar a desarrollar el interés de los niños en
nuevos pasatiempos.
La tecnología no solo conecta a los niños fuera de la escuela, sino que también puede ayudar al intercambio de conocimiento entre estudiantes de diferentes instituciones y crear conexiones entre padres de familia para compartir mejores prácticas de comunicación entre padres, profesores y alumnos.
La tecnología puede inspirar a los estudiantes a tomar un papel más activo en el aula o en la educación, en general. Los juegos interactivos fomentan el deseo de los niños de completar tareas para objetivos a corto y largo plazo, desarrollando un razonamiento lógico.
Muchos juegos educativos también fomentan la atención al detalle y la capacidad de reunir pistas que puedan resolver un problema. Estas habilidades de pensamiento crítico pueden ser cruciales para unir investigaciones, escribir análisis literarios y otras tareas educativas y laborales en el futuro.
La dependencia de nuestra economía en la tecnología crece cada día. Para aquellos que tienen conocimientos tecnológicos, hay muchas ventajas en el futuro. La exposición temprana a la tecnología puede ayudar a los niños a desarrollar las habilidades que pueden usar en trabajos de mejor remunerados en el futuro.