Más de 40 años después de la fundación de Apple, la compañía sigue creciendo como nunca antes se había visto. Los buenos cimientos que construyeron tanto Steve Jobs como Wozniak han hecho que ahora mismo la compañía valga más de un billón de dólares.
Los inicios de Apple fueron bastante humildes ya que ninguno de los fundadores contaba con dinero necesario para poder comenzar su viaje. Es por ello que tuvieron que comenzar a vender todos los objetos de valor que tenían para conseguir el dinero suficiente. Este fue utilizado para poder comenzar a crear las de circuito impreso que propuso Steve Jobs en un principio.
La financiación original fue de menos de 1000 dólares. Estos se consiguieron tras venderse la furgoneta Volkswagen Tipo 2 de Jobs por unos 300 dólares y la calculadora programable HP-65 de Wozniak por 500 dólares. Con esta inversión inicial se consiguió comenzar la producción y venta de las primeras placas de circuito impreso que permitiría sacar la financiación necesaria para producir y diseñar el Apple I, el primer ordenador personal de la compañía.
La empresa se denominó Apple Computer. Según Steve Wozniak fue el propio Jobs el que propuso este nombre tras volver de la granja All-One de Robert Friedland en Oregón. Mientras reflexionaba en esta granja, estaba haciendo una de sus típicas dietas frugívoras y al pensar en ese nombre le vino a la mente que era divertido, animado y no intimidante.
Otros de los grandes factores que favorecieron la elección de este nuevo nombre fue la competencia con Atari. Al elegir ‘Apple Computer’ en el directorio telefónico saldrían los primeros de cara a los acuerdos con otras empresas. Es interesante ver como hasta en el nombre está tan presente la ambición y las ganas de triunfar que tenía Steve Jobs en aquella época.
Como hemos dicho anteriormente, Wozniak recibió numerosas negativas cuando iba con su proyecto a las diferentes empresas tecnológicas punteras como HP. El problema que se presentaba principalmente era el precio que tenían los componentes en aquella época haciendo que fuera muy difícil de producir y comercializar debido al elevado riesgo existente.
El segundo problema que se presenta es que en aquella época no se concebía que en los hogares hubiera un ordenador. El uso que se le daba normalmente era más empresarial que doméstico, pero Wozniak defendía que se podría implantar en los hogares un ordenador personal.
En julio de 1976 se lanzó al mercado el Apple I de manera oficial con un precio de 666.66 dólares. La verdad es que esta cifra es bastante peculiar, pero según Wozniak se decidieron por ella ya que ama la repetición de los números. Las ventas alcanzaron las 200 unidades gracias a unas características que la diferenciaban del resto de computadores. Por ejemplo, se podía conectar una televisión como medio de visualización que mostraba 60 caracteres por segundo.
Wozniak diseñó como accesorio un lector de casetes para poder cargar y descargar información a una velocidad de 1200 bits por segundo. Este ordenador fue considerado una obra de arte de la computación, ya que apenas usaba piezas aunque las funciones que podía realizar eran muy simples si se ve el contexto actual.
Sin duda hizo que Steve Wozniak se consolidara como uno de los mejores ingenieros gracias a su creatividad e ingenio a la hora de desarrollar nuevos equipos. A partir de aquí Wozniak se centró únicamente en la creación del Apple II mientras Steve Jobs buscaba la financiación y era la cara visible de la compañía.
De los 200 primeros ordenadores personales que consiguieron vender, ahora se cuentan por millones. Esto sin duda es un indicativo de que el trabajo que comenzó hace varios años, pese a las piedras en el camino, ha culminado en un éxito.