Los líderes empresariales necesitan impulsar la flexibilidad en las compañías con el objetivo de reforzar su operación. Estas tendencias marcarán la forma de hacer negocios:
Uno de los efectos de la pandemia por Covid-19 en el ámbito empresarial fue la acelerada adaptación de nuevas tecnologías. Esta marcha no se frenará aunque hayan pasado los días de contingencia, las organizaciones continuarán dando grandes pasos en la transformación digital.
Los negocios que no sean parte de este proceso no podrán competir. Será clave el uso de la inteligencia artificial, big data, nuevos entornos digitales como blockchain y el metaverso, automatización, sistemas inteligentes y todo tipo de aplicaciones o software que hagan más eficientes los procesos de una organización.
Las alianzas serán un factor fundamental para la competitividad y rentabilidad de las organizaciones. Las empresas voltearán hacia otras alternativas de proveedores, clientes e inversionistas, incluso fuera de su mercado, desarrollando microsinergias, es decir, relaciones comerciales para procesos o acciones muy específicas.
Mientras más alianzas haga una compañía, más oportunidades tendrá en su mercado.
Las interacciones, tratos, acuerdos y cierres de negocio tenderán a ser más emocionales, porque tras la pandemia las empresas se han percatado de la necesidad de ser empáticas, cuidar el bienestar y sentarse en una mejor experiencia del cliente, así que los mercados serán más “humanos”.
Si bien hay una tendencia al consumo masivo, las empresas tratarán de entender los intereses de los consumidores para que haya una acción de compra por convicción.
La escasez de talento es una fuerte tendencia que en 2023 continuará porque el avance tecnológico ha generado una necesidad de talento humano en áreas, acciones y procesos muy específicos. En el ámbito laboral se está llegando a una hiperespecialización, todo un reto para mercados tan dinámicos que ya no pueden esperar a que sus contrataciones no cuenten con la experiencia deseada.
Esta tendencia no es exclusiva del ámbito empresarial, los entornos digitales están siendo realmente importantes en cualquier aspecto de la vida, por lo que en 2023 será necesario contar con una meta identidad, es decir, una identidad digital más fuerte, incluso con carácter legal.
Las empresas van a requerir contar con representantes en el mundo virtual con la capacidad de actuar, llegar a acuerdos y realizar transacciones. Una meta identidad será clave para interactuar en espacios como el metaverso.
De las tendencias empresariales para el 2023, esta es la que llega más consolidada. Las organizaciones y sus líderes estarán conectados a internet y sistemas inteligentes prácticamente en todo momento. El internet de las cosas (IoT) tomará nuevas dimensiones.
El comercio electrónico continuará creciendo, quizá no llegue a los niveles récord del 2020, pero es una tendencia que no se detendrá. Cada vez más consumidores comprarán por internet y las empresas tendrán que impulsar el ecommerce para ser competitivas.
Las empresas generalmente tienen un plan B, pero en el 2023 deberán contar con un C, E y D, tantos como le sean posible para saber cómo actuar dependiendo de cada contexto. Estas tendencias empresariales para el 2023 definitivamente muestran que la clave está en la tecnología.