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El 2022 se caracterizó por una ola de incertidumbre en los mercados, la inflación, la crisis energética, el futuro del trabajo, la pandemia y muchos otros temas se han vuelto factores de riesgo para las empresas y una forma de mitigarlos es invertir de forma inteligente en herramientas digitales.
La industria de la manufactura y de los alimentos es la que más se ha beneficiado de las tecnologías ligadas a las tendencias, sin embargo, en México no hemos llegado a la madurez tecnológica y de innovación en las empresas en todos los sectores, por lo que es importante revisar los procesos para conseguir áreas de oportunidad.
La innovación sigue yendo al alza y cada vez nos sorprende más la habilidad de la robótica, el Internet de las cosas (IoT) o el Big Data, no se puede dejar de lado el escenario socioeconómico en el que se desarrollan la industria mexicana, haciendo que la inflación se mantenga como uno de los obstáculos que enfrentan las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) seguido de la necesidad de suficiente flujo y capital para aumentar sus ventas, manejar deudas existentes después de la pandemia, continuar con la operación y mejorar su logística.
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Para el año 2023 se estima que las ventas en e-commerce generen unos 6.562 millones de dólares, es decir, un crecimiento del 55.5% en los últimos tres años. Por lo tanto, las Pymes deberán considerar mejorar sus procesos de:
Sin duda, la inversión en tecnología permite a las empresas elevar su productividad y competitividad en el mercado. Es por eso que el presupuesto 2023 debe estar enfocado en todas las áreas que favorezcan el crecimiento empresarial.
Fuente: CONTPAQi Boletín
